Hidrata, calma y repara tu piel después de un día de playa o de piscina. Producto imprescindible si tu piel se ha quemado, y, recomendado en cualquier exposición larga al sol. Es recomendable la protección solar en cualquier época del año. Los filtros solares protegen de quemaduras, y los imprescindibles aftersun proporcionan hidratación y reparación de la piel después de una exposición al sol.
Los after sun , además de hidratar la piel, poseen propiedades calmantes, antiinflamatorias, y reparan el daño celular provocado por los rayos solares a la producción de colágeno y la elastina cutáneos. Útiles también si se quiere mantener un bronceado por más tiempo que sólo utilizando crema.
Existen diferentes formatos de aftersun en el mercado.
Fluido: si se desea una textura ligera de rápida absorción, el aftersun fluido es el más indicado.
Crema: formato típico de los productos aftersun. Produce mayor hidratación que el fluido, por lo que es recomendable si tienes la piel seca.
Bálsamo: Aftersun indicado para cuando se sufren quemaduras o se precisa hidratación intensa.
Un protector solar debe aplicarse al menos 30 minutos antes de la exposición solar. Para ello hay que elegir un protector adaptado al tipo de piel y grado de protección que necesitamos. También es recomendable utilizar una crema específica para protegernos la cara, ya que además de evitar quemaduras, evitan el envejecimiento cutáneo producido por el sol de una forma mayor.
En caso de exposiciones prolongadas al sol, lo ideal es aplicarse la protección cada 2-3 horas, ya que van perdiendo efecto con el tiempo. Por último, aplicar un aftersun con un ligero masaje sería el paso final.
Una buena protección solar es imprescindible para evitar el cáncer de piel o melanoma, uno de los cánceres más padecidos en nuestra sociedad, por lo que es recomendable seguir todas las advertencias como evitar tomar el sol por un largo tiempo, además de evitar las horas de mediodía y aplicarse protección corporal con frecuencia. En caso de detectar irregularidades en los lunares acuda a su médico.
El factor de protección solar
Los grados de protección solar están determinados por el factor de protección o SPF, una escala de eficacia de protección. El SPF es la cantidad de radiación UV necesaria para causar quemaduras con la protección aplicada en relación a la radiación necesaria para producirlas sin protección. Es decir, si tenemos una protección de SPF 30 la cantidad de radiación ultravioleta tiene que ser 30 veces mayor para producir daños en la piel que si no tenemos la protección aplicada.
Los grados que existen comercialmente van desde SPF 10 hasta SPF 100, aportando mayor protección cuanto más grande sea el número. Hay que tener en cuenta que una misma protección no va a ser igual de efectiva para todo el mundo, ya que cada persona tenemos un tipo de piel y, cuanto más clara sea la piel, mayor factor de protección necesitará.
Consejos de protección solar
Reducir la exposición al sol desde el medio día hasta las 17 horas, que es cuando sus rayos son más dañinos porque inciden en más perpendicularmente.
Usar una protección adecuada dependiendo de tu piel, siendo la mínima protección recomendada de 15 SPF.
Utilizar ropa adecuada, de color claro y usar gorras o derivados para la protección de la cabeza.
Usar gafas de sol.
Si tomas el sol con frecuencia, chequea tu piel con regularidad para descartar la aparición de manchas solares, las cuales pueden ser un signo de cáncer de piel.
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